NO SEAS IGNORANTE

El apóstol Pablo escribió que como creyentes NO debemos ser ignorantes del misterio de la ceguera de Israel, no sea que nos volvamos engreídos. (Romanos 11:25)

La ignorancia del misterio - y la arrogancia resultante - ha llevado a estos grandes errores doctrinales:

ERROR Nº 1: DIOS HA ACABADO CON ISRAEL; NO TIENE FUTURO. Este concepto erróneo es un caldo de cultivo para el antisemitismo. Israel está ciego, no rechazado. (Romanos 11:1-2)

ERROR #2: LA IGLESIA HA REEMPLAZADO A ISRAEL. Esto implica que todas las promesas del Antiguo Testamento que Dios dio a Israel ahora pertenecen a la iglesia. Este error es un caldo de cultivo para el orgullo espiritual. Las promesas de Israel no se transmiten a otros; su llamamiento y elección divinos son irrevocables. (Romanos 9:4; 11:28-29)

Cegados por un tiempo

Cuando el número total de creyentes gentiles venga a Cristo, el tiempo de ceguera de Israel terminará; y al regreso de su Mesías, Dios los salvará de Su juicio por su pecado (Romanos 11:26-29; Jeremías 31:33-34; Ezequiel 36:24-37:14; Apocalipsis 7:1-8; Lucas 1:30-33; Isaías 9:6-7; 27:9; 59:20-21; 62:11-12; Salmo 24:6-10, etc.).

FINALMENTE RECONOCERÁ A CRISTO. En aquel día, Israel sabrá quién es su verdadero Mesías. Mirarán al que traspasaron y llorarán amargamente, como se llora por un hijo único (Zac 12,10).

Nuestro Dios soberano, que proclama el fin desde el principio, ha hablado de la salvación de Israel y de su gloria desde tiempos inmemoriales. Y NADA -ni siquiera la incredulidad de Israel- puede en modo alguno cambiar sus promesas a Israel ni anular su gran fidelidad a él (Romanos 3:1-4; 11:26-32; Jeremías 31:35-37).   

Les diré por qué.

Dios está cumpliendo hoy las promesas que hizo al pueblo judío hace miles de años. Estas promesas se basan en una serie de acuerdos legales, llamados pactos, hechos entre Dios y el pueblo judío, centrados en la tierra de Israel.

El pacto fundamental -el pacto abrahámico- otorga a los descendientes de la línea de Abraham, Isaac y Jacob el título de propiedad de la tierra de Israel. Esta promesa incondicional, irrevocable y eterna fue literalmente sellada con sangre (Génesis 12:1-7; 13:14-18; 17:7; 1 Crónicas 16:17-18; Salmo 105:8-11; Romanos 9:4). ).

El pacto terrenal de Dios promete que Israel se convertirá un día en la nación más importante del mundo siempre y cuando el pueblo judío permanezca obediente a Dios (Deuteronomio 28:1,13).

El pacto davídico promete un rey eterno que descenderá del linaje del rey David. Un día, este Mesías reinará sobre todo el mundo desde Jerusalén (2 Samuel 7:10-16).

Estos pactos son la razón por la que los cristianos han creído durante cientos de años que naturalmente debemos apoyar a la nación de Israel sólo porque Dios lo dijo.

Desmontemos siete de los mitos más populares de estos detractores.

Mito nº 1: "¡Los judíos mataron a Jesús!"

Los que acusan a los judíos de matar a Jesús parecen haber olvidado deliberadamente que la Biblia dice: "Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera." (Hechos 4:27-28).

Así que no sólo estaban implicados en el asesinato de Jesús tanto judíos como no judíos, sino que en verdad todos somos pecadores y, por tanto, todos somos responsables de que Jesús muriera en la cruz. Pero para verificar la realidad, el Señor Jesús mismo declaró claramente que sólo Él puso Su vida y que nadie se la quitó (Juan 10:15-18).

Mito #2: "Los judíos fueron desheredados por su incredulidad".

Es posible que los judíos fueran expulsados de su tierra dos veces debido a su rebelión contra Dios. Pero como explica el Salmo 105, Dios garantizó en su pacto con Abraham que la tierra de Israel pertenecería incondicionalmente y para siempre a los hijos de Jacob. Y como argumentó el apóstol Pablo en Romanos 9-11: "Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita... No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció." - Así pues, Dios no ha desheredado al pueblo judío ni ha revocado sus pactos sobre la tierra .

Mito nº 3: "La Iglesia ha sustituido a Israel y ahora recibe su herencia".

¡No según el apóstol Pablo! Él cuenta la historia de un olivo cuyas ramas fueron cortadas a causa de la incredulidad y en el que se injertaron vides silvestres (Romanos 11). Pero cuando las ramas naturales empezaron a creer de nuevo, fueron injertadas de nuevo en el árbol. La salvación puede haber llegado a los olivos silvestres - la iglesia - pero Dios todavía tiene la salvación planeada para las ramas naturales - un Israel creyente que llamará al Señor Jesús el Salvador.

Mito #4: "Los judíos que regresan a la tierra de Israel no pueden ser de Dios porque no se han arrepentido y aceptado a Jesús como su Mesías."

El regreso de los judíos incrédulos a Israel es exactamente lo que Dios predijo. Isaías profetizó que los judíos serían reunidos por segunda vez de entre las naciones del mundo, y Ezequiel dejó claro que los judíos regresarían en incredulidad para que Dios mismo les diera un nuevo corazón para él (Isaías 11:10-12; Ezequiel 36:22-28).

No es casualidad histórica que un pueblo que fue expulsado de su tierra durante 1.900 años pudiera conservar su identidad étnica y restablecer su nación dos milenios después. Nunca ha habido nada igual. Y estamos hablando del pueblo de la Biblia. Por lo tanto, la reunificación de los judíos sólo puede ser un milagro de Dios.

Mito nº 5: "Apoyar a Israel significa apoyar todas las acciones del gobierno israelí".

Nadie apoya todas las acciones de ningún gobierno, incluido el suyo propio. Apoyar a Israel significa apoyar la obra redentora que Dios está haciendo al llevar a un remanente de Su pueblo a la redención en Cristo y, en última instancia, al cumplimiento de Sus pactos.

Mito nº 6: "Los judíos han robado la tierra de los palestinos y viven allí ilegalmente".

En primer lugar, el Pacto Abrahámico concede al pueblo judío el derecho eterno a la tierra de Israel. En segundo lugar, cuando los judíos regresaron a principios del siglo XX, no existían los palestinos. El puñado de árabes que vivía en esta tierra baldía vendió la tierra de nuevo a los judíos a precios exorbitantes. Y en tercer lugar, Israel se estableció legalmente en respuesta a una declaración de las Naciones Unidas aprobada en noviembre de 1947 que autorizaba el establecimiento de un Estado judío en la tierra que los romanos habían rebautizado como Palestina. No se puede robar una tierra que ya te pertenece legítimamente.

Mito nº 7: "Quien apoya a Israel debe odiar al pueblo palestino".

Contrariamente a la propaganda árabe, los que se llaman a sí mismos palestinos disfrutan de más libertades y derechos en Israel que si vivieran en cualquier país musulmán. Porque no son los judíos quienes odian y maltratan a los palestinos, sino sus propios dirigentes terroristas que les roban miles de millones en ayuda exterior y se niegan a permitir que los refugiados regresen a sus tierras natales en Siria y Jordania.

¿Por qué se han dado a los palestinos varias oportunidades desde 1948 para establecer otro Estado palestino junto a Jordania, pero cada vez han rechazado estas ofertas y en su lugar han respondido con violencia? ¿Por qué? Porque su objetivo último es la destrucción de Israel. ¿Quién odia a quién exactamente?

Ahora que estos mitos han sido disipados, veamos algunas de las razones por las que los cristianos apoyan a Israel.

1. La nación de Israel es la única democracia occidental en un mar de tiranía islámica. Quienes apoyan a Israel apoyan a la única nación de Oriente Medio que ofrece libertad religiosa y derechos humanos a las mujeres.

2) Israel protege a Occidente y al cristianismo al ser la primera línea de defensa contra el islam violento y radical.

3) Israel proporciona al mundo una increíble cantidad de alimentos, medicinas y tecnología punta que eleva el nivel de vida en todo el mundo.

4. bendición: Cuando se trata de apoyar a la nación de Israel, Dios prometió en Génesis 12, "Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; " - Aquellos que apoyen a Israel serán bendecidos por Dios.

5 No hace falta decir que es bíblicamente correcto que los cristianos apoyen a Dios. Si Dios ama al pueblo judío y quiere que regrese a Él, ¿no deberíamos los cristianos quererlo también? Amar a Israel es una expresión de nuestro amor a Dios.

6 Por último, tanto si amas como si odias a la nación de Israel o incluso al pueblo judío, independientemente de lo que pensemos los simples mortales, la profecía bíblica se cumplirá. La voluntad de Dios se cumplirá, y simplemente no puede ser detenida. Después de todo, ¿quién podría enfrentarse al Dios vivo y esperar vencer (Salmo 76:7; Hebreos 10:31)?

Así que la pregunta no es: "¿Deben los cristianos apoyar a Israel?", sino más bien: "¡Los cristianos deben apoyar a Israel!".

Hno Nathan